Morgana Vatori
Scortum

22.11.10

Salvador Sostres II

Una conversa privada


“No faré grans comentaris sobre el vídeo que ahir es va fer públic perquè era una conversa privada que ha estat robada i exhibida, i entenc que això és inacceptable. També crec que el contingut de la conversa no té cap importància, tot i que això és secundari i molt menor al costat del fet principal que ningú no té dret a ficar-se en les converses ni en la vida dels altres. La difusió que se n’ha fet em sembla lamentable, tant per fer el joc als qui fan aquest tipus de coses com per l’escàndol que ha causat una normalíssima conversa entre amics, insisteixo que privada i en el to que es tenen aquesta mena de converses privades, sobre els tipus de cossos que ens agraden o ens deixen d’agradar. L’esquerra mediàtica espanyola i catalana ha d’anar molt escassa si aquesta és la seva manera de buscar notorietat. Estic acostumat a servir de mirall de tanta indigència moral i intel•lectual. “


Traduzco para los que no entiendan el catalán y/o pasen olímpicamente de perder su tiempo en leerlo en dicha lengua. Me lo he leído por encima y creo que se entiende todo bien, pero bueno, así aprovecho y practico mis dialectos.


No haré comentarios sobre el video que ayer se hizo público porque era una conversación privada que ha sido robada y exhibida y entiendo que es inaceptable. También creo que el contenido de la conversación no tiene demasiada importancia, al margen de ser secundario y mucho menor al lado del hecho principal que es que nadie tiene derecho a meterse en las conversaciones ni en la vida de los demás. La difusión que se ha hecho es simplemente lamentable, tanto por seguir el juego a quien hacen ese tipo de cosas como por el escándalo que ha causado una conversación normal entre amigos, insisto que privada y en el tono que se tienen esas conversaciones privadas, sobre el tipo de cosas que nos gustan o nos dejan de gustar. La izquierda mediática española y catalana tiene que andas muy escasa si esta es su manera de buscar notoriedad. Estoy acostumbrado a servir de “espejo” de tanta indigencia moral e intelectual.


Antes de contestar, si alguno de ustedes sabe decirme qué traducción puede darse a “mirall” en la última frase le agradecería que me corrigiera: sinceramente, no creo que se traduzca como espejo en este caso.


Respondo:


1.- Tienes razón, es una conversación privada que no ha de hacerse pública. Las personas no tenemos por qué escuchar tu mierda.


2.- No seguimos el juego a quién hace ese tipo de cosas, en este caso en concreto, criticamos al que difunde y criticamos al que genera que, además, es el enfermo.


3.- Por Dios no es una conversación normal entre amigos. Como ya hemos apuntado por aquí la conversación normal habría consistido en un comentario desfasado e insultos de tus compañeros, si consiste en muchos comentarios desfasados empiezas a generar asco entre los que te escuchan y pasa a ser una conversación repugnante de un cerdo con personas que no tienen los huevos a echarle de la sala.


4.- Si la conversación trata, como reconoces en tu horrible texto sin puntos y aparte, de las cosas que te gustan y te dejan de gustar, definitivamente eres un ser repugnante con el que debe tenerse cuidado. Tus alusiones a la santidad y a la crema dotan a tu gusto por las jovencitas cierto aire de pederastia (salvando las distancias: procuro ser cero demagoga).


5.- No se cómo andará la izquierda española (incluyo la catalana en española, si no te importa), pero sí se como andamos los ciudadanos de a pie (digo los rojos, los azules, los verdes, etc) y estamos asqueados.

17.11.10

Salvador Sostres



Creo que podría rebatir todas y cada una de las palabras que el sujeto este propina a la moral en los cuatro minutos que dura el intermedio y me atrevo a decir que podría encontrar un insulto válido por cada frase. Y todo ello, señores, sin una motivación ideológico-política, porque por no saber, no sé ni a que bando guiña sus viciosos ojos.

Increíble. Eso es lo que he pensado cuando he leído el titular.

Horrible. Descripción de la dureza de la faz del susodicho, lo que comúnmente llamamos caradura.

Indigno. Humillante. Rastrero. Enfermo, de enfermedad, no de insulto. Si me siento en un sofá y releo, o reveo, la perversa charla que el tipo echa a sus contertulios sacaré decenas de palabras que describan la grosería y las babas que derrama sobre la mesa mientras habla.

Cierto, cuando se lee parece más que cuando se ve. Él se ríe, los caballeros presentes incrédulos callan, la señora flipa y las cámaras graban. La gente no aprende. No hablen en público aquellos que cobran por hablar, porque será grabado hasta el más mínimo de sus suspiros, la más grotesca de sus expresiones y el error más jodidamente gordo que cometan (con perdón).

Podría empezar por el tema de la edad, que es fácil, sencillo y para toda la familia; creía que los hombres, curtidos ya de palos, habrían dádose cuenta de que hay ciertas cosas que no pueden decir llegada una edad. Un hombre, entendiéndose por hombre muchacho maduro con la cabeza asentada, no puede describir el gusto con el que tocaría, ni tan siquiera miraría a una moza de 17 años, ¿por qué? Porque estas señoritas están reservadas a los niños de su edad y a los de 18 y si me apuras 19.

Ya, ya sé con que me van a salir, me van a salir por dos vías, la primera es que con 16 años una niña es mujer y tiene curvas y tiene pecho y tiene caderas bien formadas (ello sin contar con que la actitud de muchas de estas mujercitas carecen totalmente de la inocencia que deberían conservar), la segunda es que es ridículo poner un límite a la diferencia de edad porque esos años de más que ha vivido el varón no importarán cuando este tenga 27 y ella 24.

Contesto a lo primero, es cierto que a esa edad se puede tener un cuerpo que no dista mucho de el de otra señorita más mayor, pero no se nos ha de olvidar que sí será diferente su cara, su experiencia y su madurez y, por tanto, ver a un señor babear por una niña que lo que tiene que estar haciendo es comer pipas con sus amigas en un banco, mientras charlan de lo guapo que es un compañero el de clase, es cuánto menos asqueroso. Concibo la atracción por encima de la madurez física, sí Sostres, tienen todas las características para ser mujeres atractivas, pero lo serán cuando sean mujeres.

A la segunda cuestión no voy responder porque es obvia, entre treinta y cuarenta años sí, entre diez y veinte no. Insisto, a partir de los veintidós años, cero comentarios sobre menores de diecinueve.

Por cierto, póngase atención en que me he referido única y exclusivamente a los hombres y no ha sido por ceñirme al ejemplo que tratamos, ha sido y es, y probablemente será, porque no está tan mal visto que una mujer bromee sobre llevarse a la cama a un zagal como que un hombre haga esa misma broma. No sé porqué y no me lo pregunto, igual que no me pregunto por qué tengo esa necesidad de que un hombre me ceda el paso en el umbral de la puerta; las cosas son como son y así nos las cuenta Matías.

Voy a continuar con una de las expresiones que el guarro (guarro de cerdo o jabalí, no de baboso, aunque también) ha dejado escapar por su excelentísima boca refiriéndose a las chavalas de diecisiete: “ese olor a santidad, que parecen lionesas de crema..” Sostres, de verdad, espero y deseo que si intervienes en algún medio (o ante tu mujer) para devolverte la dignidad, no uses la excusa que he descartado hace tres párrafos. El olor a santidad y las lionesas de crema hacen una alusión clara a la inocencia, la pureza y la dulzura, y si te excitan esas cosas de una adolescente, deberías medicarte porque eres un sujeto peligroso.

Continuo.

Me intriga saber cuál es el momento en que una persona que está en su puesto de trabajo deja suelta su lengua y, previamente, su mente y, refiriéndose a una chica de veintitrés años dice: “Ah, es demasiado mayor. Estas mujeres que aún no huelen a ácido úrico...” y continúa con el olor a santidad, etc. Me intriga de igual modo a qué se refiere con lo del ácido úrico, ¿se refiere a la parte de la sustancia que se disuelve en la sangre o a la parte que se desecha con la orina? Como es probable que se refiera a lo segundo me surge otra duda ¿este señor conoce la vergüenza? ¿A caso conoce la discreción? Pero la mayor de mis intrigas es ¿conoce la decencia o solo la busca en las niñas a las que olisquea?

No obstante, para dejar pronto a un lado el tema del ácido úrico, recomiendo a nuestro protagonista de hoy que se olvide del orín hasta que deban hacerle las pruebas necesarias para solventar sus problemas de erección, que puestos a hablarnos de sus gustos sexuales, también nos comenta los problemas que tendrá cuando no se le levante. Supongo que tras estas declaraciones el único problema será no responder a sus especiales estímulos sexuales como lo hará en estos momentos, dado que su mujer sí va a responder por ellos. Nota: la reacción de la mujer de Sostres no la conozco (aunque confieso que me interesa), me he limitado a ponerme en su lugar y responder por ella.

Continúo.

Hace referencia también al “primer rasurado” de las mujeres, Sostres opina “que es el que no pica”, el único con el que, pasados unos días, sigue la piel suave aunque empiecen a asomar los delicados pelitos; ¡vamos! Deduzco que se referirá a eso con lo de que no pica. Bueno, creía que no pasaría, pero me he cansado de comentar el monólogo de Tito Sostres, me remito a lo que he escrito antes sobre hablar de niñas aunque tengan cuerpo de mujer: suena mal. Si quieres hablar de unos labios vaginales, hazlo de una tía de tu edad, olvida lo de las menores, vas a perder tu trabajo, tu dignidad y tu vida.

Perdón, me comunican que no va a perder su trabajo y que, sin embargo, sí lo perderá quién haya filtrado el video a la prensa. Puestos a opinar: me parece correcto que tomen medidas contra el chivato y me parece impropio que no las tomen contra el enfermo.

Creo recordar que también habla de carne que rebota, de un piano, de que el matrimonio es sexo por obligación (otra frase para mi colección de citas contra el conyugio); de que en Rabat los niños van sueltos, refiriéndose a que no se van asustar de sus palabras y también pregunta si un grupo de niños marroquíes, catalanes y gaditanos conforman un colegio o una ONG.

Para terminar.

“También me gusta el sushi, el pescado crudo..” Bien, en esté punto de su enajenación mental observamos como el sujeto ya no sabe qué decir. Consciente de que se le han acabado las alusiones directas al olor y la tersura de las muchachas, echa mano de las indirectas utilizando la vieja metáfora del pescado, pero claro, como al señor le gustan poco hechas, o más bien crudas, tira del sushi que para eso está de moda.

Como ven, muy acertado en todo.

Gracias por aguantar la lectura y disculpen las faltas de ortografía.

Casi se me olvida, gracias también al señor Sostres, hacía mucho, mucho tiempo que no hilaba tantas palabras en un mismo texto.

9.11.10

Cónyuges - Conyugio - Con yugo

Dos son las expresiones que he oído últimamente acerca del matrimonio, coincidiendo además con la visita del Papa a España que, como todos sabemos, no ha podido quedarse callado en relación al matrimonio y la familia (bueno, por lo menos aquí no ha dicho que el VIH se trasmite porque fornicamos como animales sin mediar amor ni un fin reproductivo). Pero bueno al lío, no me he sentado a escribir para poner verde al Papa, ni para echar por tierra la actitud de nuestro presidente del Gobierno largándose de España mientras el "buen" hombre viene a visitarnos (las comillas son porque no sé si es bueno o malo, no porque lo dude: que luego nos irritamos).

Bueno, lo cierto es que ya que estoy me apetece decir lo siguiente: que una persona no quiera ver al Papa es tan normal como que a mi no me apetezca ir a un concierto, de hecho tampoco me apetece ver al Papa; pero si la persona que no quiere verle es un Jefe de Estado, un Presidente de Gobierno o alguien perteneciente a la Guardia Suiza, me temo que lo correcto es que se joda y haga su trabajo. Este es un mensaje para Zapateiro: Zapateiro, no estoy nada contenta con tu actitud ante la visita del Sumo Pontífice y te lo dice alguien que pasa más de la Iglesia que de su Dios y mira que de su Dios pasa bastante. No obstante, me gusta también decir las cosas buenas: me ha parecido fantástico que aparecieras cuando ya se iba, para despedirle y esas cosas, así el se quedaría con el buen sabor de boca de que sudas de sus royos pero te mola estar en la fiesta cuando se va; muy en tu linea.

Lamento haberme metido en estos temas, me gustaría seguir con mi valoración persona de la personalidad del Papa (no de cómo es, si no de lo que representa) y de Zp (esta si incluiría comentarios sobre él y sobre lo que representa); pero prefiero centrarme en la causa que me ha llevado a sentarme y no en tan distinguidos personajes.

La cuestión, como decía, es que he escuchado dos frases en relación al sacramento/institución del matrimonio (cada uno que coja la palabra que le convenga) y no recuerdo cual me ha hecho más gracia; las reproduzco como hago con todas las citas que despiertan mi interés. Ya saben que me gusta compartir.

Profesora de Filosofía un día lectivo a las 13.35: "Un autor dijo una vez hablando sobre el matrimonio que el matrimonio nulo debería ser aquél en el que los contrayentes se casan enamorados y no al contrario".

Profesor Lightman de la serie Lie to me: "No me gustan las bodas. Terminan en matrimonio".

He aquí la crisis del matrimonio.

Esto me lleva a la pregunta de si podría considerarse el amor un vicio a la hora de contraer matrimonio.

¿Una persona enamorada está en plenas facultades de tomar decisiones importantes?